Balance anímico del día.


Semanas de cartas nocturnas por correo, caminatas de madrugada, llamadas telefónicas, aclaraciones, desencuentros, invitaciones, caricias, que salen de lo más profundo de mi humanidad con lo mejor que puedo para entregarlo como una flor con mensaje a destinatarios específicos, que van desde mi marco de referencia hasta la esperanza, amistad y el deseo, pero estas flores se marchitan apenas son cortadas. En estos últimos días ha caído la retahíla de silencios, alejamientos, abandonos, indiferencia que llegan como cascada de un lado y de otro, todos con la misma justificación.  Esta noche aquí sentada en la oscuridad y el silencio me cuestiono.

De qué sirve tanto amor cuando el amor no se ve, de qué sirve el tejido cuando se desbarata tan a la ligera, de qué sirven la ternura y el cuidado cuando no se siente y las caricias no se leen, de qué sirve "el respaldo" cuando nunca llega, de que sirven los “te quiero” cuando no se quiere querer, de que sirven los “yo te busco” cuando se deja esperando. De qué sirve el polvo de oro cuando se arroja como ceniza al basurero, cuando se arroja el corazón como papel arrugado al suelo con la mano en la cintura, de que sirven tantos cuentos.

Veo afuera de mi pequeño mundo y me quedo sin palabras, entre el enojo y el desconcierto, entre la tristeza de ver que pareciera que no hay nadie allá afuera que quiera vivir realmente, que quiera comprometerse, exigirse, que nadie cree en lo que como humanos podemos darnos unos a otros, muchas palabras huecas, muchas, las mismas siempre, muchas frases, muchas quejas, muchas críticas, muchos porqués no, pero de fondo no hay más que cuentos para dormirse, esos son los hechos.

La cosa está en que no me conformo con eso, yo no quiero dormir, no me quiero perder ni un segundo de esto que se llama vida y de dar lo que tengo que dar hoy, así que decido, y tomo mi corazón para estirarlo de nuevo,  sin importar de que al dejarlo vivir regrese como los niños cuando aprenden a andar en bicicleta con raspones y magullados, la ilusión, la esperanza y vencer el obstáculo aportan mas que el dolor, vivifican y erotizan a mas largo alcance. Habré de ir con tiento pero sin miedo de saber que amar es mejor que guardarse,  y aun con las manos entintadas de rojo darle vuelta a la hoja. 


Comentarios

eduardourbiolaituarte ha dicho que…
CADA UNO A LO SUYO
CADA QUIEN EN SU CADA CUAL
NADIE PUDE DAR LO QUE NO TIENE, MAS NADIE TAMPOCO DEBE
AGUARDARLOS NINGUN TIEMPO ESPERANDO LO QUE NUNCA DARÁN
EL TREN SIGUE SU MARCHA
Y NO HAY ESTACION EN LA TIERRA DEL OLVIDO
EN LOS PARAMOS DE LA INDOLENCIA
NO SE PARA EL TREN
NO DESEES QUEDAR AHI
PUES SE TE PUEDE CUMPLIR
COMO SUBIRAS DE NUEVO
QUE BOLETO COMPRARAS PARA ALISTARTE EN EL TREN DEL SI VIVIR
NO HAY QUE PREOCUPARSE POR LOS MUERTOS
YA ESTAN MUERTOS
HABREMOS DE VELAR POR LOS QUE QUIEREN VIVIR
Anónimo ha dicho que…
A casi nadie le gusta exponerse, evidenciarse, mostrarse vulnerable pues sabe que la probabilidad de ser aceptado es realmente nula, pareciera que la mayoría queremos lo bonito, lo grato, lo placentero ¡qué egoístas e idiotas somos! a veces lo más sensato es caminar con tiento y entregarse, no importando si el circulo al que se pertenece es estrecho, acá valdrá la pena sopesar e inclinarse por la calidad más que por la cantidad.

Entradas populares