de amaneceres y cavilaciones



La caminata de hoy fue larga. Nuevamente el cielo aun oscuro estaba tupido de nubes texturizadas como borrego que no era capaz de ver donde acababan, la luna se escondía tras ellas soltando una veladura de su brillar, y en la calle solo mis pasos. Llegue hasta la playa y el mar con sus ronco tronar me alertaba con un ligero espanto. Mis pensamientos iban también conmigo, enmarañados aun con el sabor del día anterior. ¿Qué somos además de pertenencias? ¿Qué somos además de etiquetas? ¿Qué soy yo además de la mujer de alguien, la madre, o la hija, o la de la casa de enfrente? ¿Qué soy además de un collar colgable? ¿Por qué nos cuesta tanto solo ser o descubrir quién somos?  ¿De dónde surgen nuestros temores, nuestras pasiones, nuestro perder confianza en uno mismo?... 
Seguía sola frente a esa inmensidad de lo natural, frente a sombras que me aparecían de repente y al acercarme eran aves buscando alimentarse en esa ya semi oscuridad.  Esto es lo que pasa, esto es lo que somos, un punto frente a todo esto y no sabemos cómo enfrentarnos a nuestra existencia.  Y me veo ahí y pareciese que el espacio es más corto de lo que es, y la playa aunque larga se acorta y estoy como en una habitación más de este mundo, en un escenario donde gira el telón de fondo. Mis pies duelen un poco pero hay un algo que me hace ir a por mas y seguir adelante, una curiosidad de ver que mas hay, que más sale de mí, que mas puedo descubrir detrás de los edificios que empiezan a dar señales de vida con los trabajadores con linternas, que mas puedo dar. El mar se ha puesto mas lento en su movimiento, parece que los trombones se han guardado y el tiempo se vuelve mas calmo. ¿Como decir todo lo que traigo adentro, como quitarme el nervio de no ser capaz, de no conquistar eso que hay detrás de los edificios, de perder fuerza o regresar un paso atrás por el rechazo, de no ser yo?, y frente al horizonte veo lo pequeños y efímeros que somos que no quiero perder un segundo.

Entonces como es la naturaleza cuando empieza a amanecer, las nubes se van esparciendo por el cielo que se ha ido aclarando y deja tímidos lazos de luz. Algunas nubes al fondo se tiñen de naranjas y morados en sus bordes y el mar se queda muy calladito suspendiendo el tiempo sobre el tiempo. Pasa el silencio y la luz va ocupando cada vez más espacio, los caminantes matutinos aparecen y saludan con sus sonrisas a las cuales correspondo con mis buenos días, miro a suelo y los cangrejos salen de sus agujeros para volverse a esconder, hay ya algunos bañistas. La arena se ha convertido en una alfombra de plantas muertas, que al igual que ayer, ha arrojado la marea en su noche y los trabajadores empiezan su faena de limpieza. Me veo y guardo mis pensamientos para solo quedarme quieta con el tiempo detenido mientras sigo caminando de regreso a casa, contemplando la vida y lo natural. Y llena de alegría regreso muy en paz, diciéndome en silencio Viva la vida!



Comentarios

eduardourbiolaituarte ha dicho que…
Amanecer y seguir amaneciendo karla
la vida es un continuo despertarse
es un continuo pasar paginas, leidas que ya no tiene caso releer
que ya se sabe que paso en la historia
que se cuenta que se vive
y mienras se amanece se pueden muchas cosas, se esta si se quiere de muchas maneras
a veces acostado
otras se camina
en ocaciones se esta dormido y en otras se vuela
como si se quisiese amanecer varias veces a la vez
la cosa es que solo se amanece de una en una
asi que
es la hora propicia para amanecer
en ti
no en nadie mas
los demas
tendran su hora

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