insomnio

Dios, a veces pienso en ti. ¿Cuánto hace que no hablo contigo ya?, con eso de que no existes ya hasta se me olvidó. He de confesar que a veces te necesito, entenderás que no tengo respuesta para todo, que eventualmente me siento tan frágil como una niñita y sí me sigue intrigando lo que pasa al día siguiente.  Hombre! A veces hasta para agradecerte, que no todo es  malo…
Pero, ¡cuánto platicábamos tu y yo!, o más bien yo te hablaba en aquellas caminatas largas y tu solo escuchabas, como buen hombre. Eras buen escucha…
… o yo tenía muchos deseos de ti!..  y después me asombraba del lomo de los grandes elefantes de piel agreste que se perfilaban al valle del semi desierto.  

Luego llego Eduardo, y como buena niña enamorada me olvide de ti y del mundo.  Dicen que los humanos te buscamos solo cuando no estamos tan bien, o tenemos serios problemas..   Yo misma lo he hecho, ¿recuerdas tu y yo a solas en la habitación de Betanzos abrazados al edredón de hojas?..  Habrá casos como hoy que la razón de la búsqueda es mas por un sueño que no quiere llegar, se lo comió el insomnio…  O por la falta de tema para escribir y sacar la tensión,  y ya vez, soy un pésimo feligrés, entonces recurro a ti, por los viejos tiempos!

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