de segunda oportunidad para un texto visceral...


... Y a veces las historias no tienen el desenlace que uno imagina, y la flecha se va para otro lado, como las botellas verdes con cartas que arrojo al mar que se acaban perdiendo en la inmensidad del océano, sin correspondencia, lo que me queda es que al menos pararan en alguna parte y quizá a alguien le signifiquen algo, lo que sea...
Así la historia de la mujer de ojos abiertos y el corazón desbordante que acabo diluida en las aguas de una taza de café.. . Como decía García Márquez, la realidad es mas insípida habrá que moldear las historias sacándolas de lo real para avivarlas y provoquen vibrar... Así que la historia de la mujer terminará en lo que nunca pasaría, una combinación de recuerdos, o lo que se me ocurra...

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