Guanajuato.




Vagabundo de tus pieles piedra, frisos, muros,  de tus angosturas e irregulares terrenos.  Te recorro como las gaviotas a ras del mar, uniéndote con recuerdos de infancia zacatecanos que como se te parece hasta en tus cerros y colores, en los laberintos callejones de historias compartidas, a palpar ese aire muy tuyo. Trayéndome en instantes memorias de Santiago en los paseos universitarios, alimentando mi espíritu en cada sala. ¡Cuanto irradias en cada esquina!. Colmas de música los poros que nos humectan a todos a quienes dejas deambular sobre tus lozas y escaleras.

En mi, humilde, tejes hilos que me ciñen, latigazos de campanas de iglesias españolas, de encuentros y líneas de vidas que se entrecruzan en este camino que me deja nudos en la garganta, mariposas voladoras y un buen sabor de tus caricias.

Comentarios

eduardourbiolaituarte ha dicho que…
WOOOW
en verdad que que asombro de solo leer lo que hizo esta ciudad en unos cuantos días contigo
te digo que hay amores que uno nunca podrá cubrir
aunque se pusiera uno de necio y terco
no mas no se puede
hay veces que tu cuerpo, tu piel y tu mente tienen que ir a dejarse seducir por otros
y vale la pena dejar ir
pues el velero llega mejor y dura mas navegando que pudriendose en puerto
que felicidad
gracias por compartir amor

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