polvo oro


En algún momento me subí a lo alto de una loma, llegue a ver un abierto paisaje con una fila completa de grandes colinas peludas color café, echadas una después de otra como una gran manada de elefantes. Era recurrente mi visita ahí, caminaba un largo tramo hasta llegar a la roca bajo el árbol donde me sentaba solo a contemplar y a charlar con migo misma.

Estar en lo alto con un panorama amplio te permite ver lo lejos y lo cerca, los claroscuros, lo enorme que es el techo azul, entender como son las cosas, de qué tamaño somos las personas, y con todo eso verte a ti mismo en otra posición.

Cuando esto sucede o en algún incidente donde el espíritu humano es afectado de alguna u otra manera, no vuelves a ser el mismo, y con el entendimiento y la realidad que se tenga ya sea que decidas ir por la vida abriendo ventanas, trepando colinas, observando mares, sumergiéndote en lo más profundo de tu humanidad o plantarte en la tierra  para evitar el viento y el dolor,  frente al espejo siempre sabrás lo que hay.

Si te dedicas a buscar colinas altas brillaras con el paso del tiempo y la gente se sentirá atraída a ti, a lo que produces, como si vieran de tu mano convertirse el polvo en oro. La fatalidad será que al acercarse se espantaran poniendo distancia, pues tocar y cargar ese polvo oro provoca sentir, y sentir te lleva a buscar el límite, y es a sentir a lo que muchos temen, a la altura de la colina… tendrás que vivir con eso, es inevitable y quien se quede será la más preciada de las joyas que habrá que cuidar como el mayor de los tesoros.
Esto no es exclusivo del artista, pues el artista no es más que otro ser humano que se dedica a indagar en su humanidad para compartirlo con su especie.




Comentarios

Unknown ha dicho que…
me acuerdo aún de cuando me contaste de tus viajes de cacería a las sabanas zacatecanas. me acuerdo como si fuese ahora mismo que me decías el porque salias a tratar de encaramarte sobre tanto elefante que veía tu imaginación.
no veías afuera, te mirabas a ti misma y regresabas me lo haz dicho sollozando enredada en las telarañas de la soledad
mas sin querer supiste y aprendiste a estar contigo misma y ello te fortaleció
que los que quieran oro hagan su esfuerzo por tenerlo
a los que no lo deseen déjalos estar
ahí donde están, están bien
y tu vive tu oro como sea que estés
ahí si es que lo tienes
estarás bien también

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