confesión del temeroso
A menudo el
miedo me aborda. Pretendo que no lo escucho pero ahí muy quieto se queda,
parado detrás mío mientras trabajo a solas. Y ahí a solas es donde el aire se
torna siempre gris haciendo que nazca en mi un exacerbado deseo de que algo
pase, de que alguien entre y me haga revivir lo que ya he perdido con el paso del
tiempo o lo que no ha pasado, diciéndome que estoy conforme, que no pasa nada.
El
cielo se abre de vez en vez lanzándome una cubetada de vida, de amor, de sueños, deseos, de
adrenalina como una nueva oportunidad sintiendo como hierve la esperanza mientras me regala sonrisas que
hacen que mi piel se estremezca y me sonroje las mejillas y me dejo acariciar como un cachorro.
La sombra de
mi miedo, cargada de tradición y esquemas culturales me abraza, y me siento tan cansado y agobiado que en mi cielo no hay lugar para una sola estrella. Mas
mis humanos y concienzudos ojos gritan, piden más luz, y aunque otros los
escuchen y se acerquen, soy yo quien no los oigo y mi universo se vuelve a encerrar en una especie de penumbra, regresando a mi trabajo y a mi soledad como
si nada hubiera pasado, volviendo a soñar con el día en que el valor me toque a la puerta y me aviente al ruedo y pueda tomar las estrellas para que se queden a mi lado.
Comentarios
a dormir dice el perezoso
y asi cada animal de
la selva humana
tendra su pretexto para no
querer afrontar
su propia dignidad
y las olas del tiempo seguiran modelando las arenas humanas
mientras no encuentren roca alguna.
ahí es donde detienen su fuerza
ahi es donde solo daran la vuelta y donde su embate solo producira espuma
quien sera la roca?