Litibú


Caminábamos por la extensa playa, charlando de no sé que, con el intenso sol recargado en los hombros y el ardor del agua salada absorbida en los poros. A lo lejos la sombrilla, con ellos ahí, solo jugando, solo viviendo como ya lo habían hecho minutos atrás  al revolcarse con las olas o corriendo sobre la arena mojada donde llega la espuma, como siempre lo hacen, ellos son así, siempre al natural.
Caminaba mirando mi entorno, azul, muy azul de techo, muy azul de fondo y dorado de suelo. Entonces mi elucubrada memoria me perdió y  el lugar era Pordo do Son o playa Las Américas de Nigrán, Benalmadena costa, Bayonne o Tapia de Casariegos, finalmente es Litibú pero por dentro podría haber sido cualquiera de aquellos lejanos lugares recuerdos, el sentimiento es igual, el suspiro es el mismo, mi alma dorada esta.
El olor a tabaco regresó también, y las miradas de canicas obscuras, y en ese deambular acalorado me veo de repente desde fuera, como los veo a ellos, como te veo a ti o a ella, como veo al paisaje y sus colores, y no veo mas que armonía y belleza, belleza pura.

Comentarios

eduardourbiolaituarte ha dicho que…
me encanto lo del azul del techo
me encantó

no hay mejor descripcion para hacer ver que tenemos una casa amplia
un espiritu grande
y muchos cuartos para visitas

me encanto!
Karla Rojo ha dicho que…
me encanta vivir así..

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