... conversaciones femeninas de mal de amores...


"Te quiero mucho, pero..."- Eso me dijo- decía con la voz cortada y los ojos acristalados. ¿Qué puedo decir yo?, pensé...y es que en esto de los amores uno a veces esta de un lado o de otro.. 

Ella se llama Rebeca, por ponerle un nombre. Cuando la conocí, hace ya algún tiempo, buscaba novio desesperadamente y sufría no encontrar a nadie a su gusto y medida. Había pasado por un par de divorcios o separaciones, todas insatisfactorias. En aquella ocasión recuerdo que otra mujer en la cena se quejaba de los hombres, afirmaba con recelo que ella no quería tener relaciones afectivas, se preguntaba el porque de su desdicha al no encontrar al millonario que la salvara de su vida caótica, para ella la dureza de sacar a sus dos hijos adelante ella sola. Eso fue suficiente para tomar el podio  tratando de hacerle ver que podíamos cambiar ese esquema cultural, que ahora podemos construir dinámicas mas sanas o al menos aprender a construirlas, nunca nos hicimos amigas. Al paso del tiempo ella conoció a un hombre con quien vive, y al parecer la lleva bien. Esa noche Rebeca se quedo dormida a mitad de la conversación.  La siguiente vez que vi a Rebeca, estaba embarazada, llena de ilusiones. Ahora pasea seguido por aquí, con su pequeño hijo tan radiante como ella, del marido cada vez habla menos,  él vive en otro país, a ella la distancia le pesa y él siempre tiene un porque no verlos según ella lo reporta. Le cuesta manejar ese aspecto- "Te quiero mucho, pero..."- Eso me dijo- decía enojada.

Samantha es otra mujer que sufre de amores, cada encuentro es un destape de su incomprensión y sus emociones. "Me gustas mucho, pero..."- Eso me dijo- decía con la voz cortada y los ojos acristalados tras romper en llanto amargamente a la mitad de un dibujo. Se ha enamorado de un hombre que no le hace mucho caso, al menos no como ella desearía o necesita, y sufre, sufren su desdicha, no hablan de otra cosa. 

No es tanto un tema de género, sino de búsquedas afines, de decidir construir juntos un algo, de ampliar nuestros horizontes en las posibilidades de relacionarnos, no necesariamente las relaciones caben en un cajón conocido, y el amor no es para nada un objeto que consumimos para satisfacer una necesidad, no es algo que ordenemos a la carta, a nuestro gusto y contentillo. La complejidad esta en no entender que cuando uno decide amar a otra persona es por gusto,  ama a alguien que no se rige con tus mismos formatos, ideas o conclusiones, por lo tanto  no va a ser ni pensar lo mismo que tu, y es en ello por lo que uno lo ama, en tanto que amar significa entender, implicarse, respetar, cuidar, proteger, desear, promover, desarrollar, etc.  Si se quiere una relación que  construya y vivifique no aniquilemos al amor con las reglas de que todo tiene que ser como uno lo desea o si no no se da.  Se construye con cosas que son comunes, con la voluntad y disponibilidad de los implicados, en donde la verdad y la transparencia es indispensable. 

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