A pesar de las palabras...

Esta mañana, hablando de crisis política, alguien me preguntaba porque frente a la obviedad de la verdad, de una verdad dramática y asqueable, ¿Por qué la gente sabe que se le miente pero decide aceptar esas mentiras como algo vivible?

Ahí me quedo siempre, y es que no lo acabo de entender.

Lo que me parece urgente, y esto parece la conversación de todos los días, quizá debamos caer en cuenta del lugar en el que las insuficiencias de la inercia de nuestro individualismo y sin razón nos han llevado, ya que parece que evitamos a toda costa activar los mecanismos de pensamiento crítico en aras de una política de la distracción y entretenimiento en un sector de la sociedad, en otro, simplemente se entrega en bandeja la realidad misma de un individuo a otro, a quien sepa usufructuar con él, por evadir responsabilidades y lo que conlleva,  es decir, preferimos estar dormidos que despiertos y no pensar, preferimos acomodarnos a las zonas de confort y dar la espalda al esfuerzo, al bien común, en aras de no sufrir la ansiedad de pasar años de trabajo, de enfrentamiento personal, de análisis para salir adelante, de no sufrir la nausea de enfrentarnos a nuestra efímera existencia frente a la incertidumbre. 

Hoy tenemos muchos ejemplos donde recordar la barbaridad de lo que el ser humano es capaz de hacer por perseguir un bien personal a costa de lo que sea, justificándolo con "el bien", sobre pasando a quien estorbe, podemos pararnos horas frente al Guernica y contemplar el drama descrito por uno de los artistas mas reconocidos de la historia, ver una gran producción cinematográfica que nos muestre la crudeza de la guerra, de la primera, de la segunda, Vietnam, Prusia, Troya, Roma, etc.. en aras de reflexionar, de sacudirnos y reaccionar frente a nuestra realidad. Pero veo con tristeza que parecemos estar condenados a nuestra propia barbaridad humana, y casi los vientos de guerra civil soplan sobre nosotros.

A pesar de todo lo que se diga, las palabras y las ideas pueden cambiar el mundo y darle un giro... el arte, la política seria, de esa de la que poco se ve hoy, la filosofía, la ciencia, no dejara de hablar de quienes somos, humanos, llenos de pasión, de esas cosas que mas allá de la vida practica y funcional son los que nos mantienen vivos, dándole sentido a nuestra existencia, aportándonos, entregándonos,  construyéndonos, amándonos..  quizá si nos dejamos guiar por el pensamiento podamos darle una mejor salida a nuestro presente. Un futuro que nos permita dignificarnos, cuidarnos unos a otros y valorar lo bueno de cada uno, sin tener la necesidad de estarnos machacando cada minuto por nimiedades..