... La primavera se va...

La primavera se va de esta tierra, o se esta yendo, o eso parece... Esta tierra que piso esta toda polveada y sus pobladores portan esas caras largas llenas de tizne, como los personajes de las minas de carbón de las biografías que leía de adolescente o los habitantes de los asteroides que visitó en su imaginación Saint Exupéry..
La patria no significa nada, al igual que la palabra, al igual que el amor, la lealtad, el compromiso, la amistad, que flotan como deseos inalcanzables en un mundo agrisado donde solo se persigue el medio para obtener bienes de consumo y sentirse existente por un milimétrico segundo... aunque sea...

Esta tierra que piso la han pisado muchos, y seguramente vendrán mas.
Ahora estoy yo aquí  frente a la incomprensible e insensata manera de ver caer  el mundo a cachos, en un momento de destrucción voraz, de una política basura, de cuervos y buitres que desgarran cuerpos, de indiferente valor a la vida. Yo hablando de amores, de credos, de posibilidades de entrelazar lazos,  acumulando tela y madera en una cadena comos pescaditos de oro derretidos, en la era de la tecnología en que las humanidades son como momias que no se buscan mucho y se necesitan poco... y en ocasiones frente al ridículo con que me miro, creo que vale a pena seguir, por una extraña razón a que la memoria no olvide, como invitación a despertar, vernos al espejo y  porque no se hacer otra cosa...