primero de mayo


Fue tan cotidiano como ayer o como cualquier otro. Corrió tal como cada domingo, con el reloj que aun en su día feriado nos manda a los saltimbanquis justo a las ocho para apoltronarse como buena manada y encender la televisión.

A paso lento nos sacudimos la mañana, ya la piscina nos esperaba y un sol deseoso de trascender en nuestros cuerpos había abierto puertas y ventanas.  Parecía tan cotidiano, el agua se sentía fresca que el nado nos persuadió para movernos, y mientras me sumergía en lo profundo saboreaba estar justo ahí frotando mis manos con la densidad.
Fue tan cotidiano, pero sus voces sonaron en conjunto con el mar que rompía sus olas a menos de cincuenta metros y el viento que nos tocaba de vez en vez erizando la piel, como la música de una gran orquesta en teatro abierto.


El tiempo solo acompaso la tarde después del pastel para dejarnos hasta el fin del día una nube lloviendo flores, que esta noche duerme a mi lado cotidianamente inusual en este particular primero de mayo.

Comentarios

eduardourbiolaituarte ha dicho que…
ASÍ EL DÍA
ASÍ LA NOCHE TAMBIÉN
ESTO DE VIVIRV EN PLAYA
Y NO SER DE LA ESTIRPE DE ADÁN
NI PERTENECER A LAS DEUDAS DE EVA
DESCANSA
PUES ENTRE PÉTALOS
QUE MAÑANA
MARIPOSAS SERAN

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