pétalos

Amaneció lloviendo en este semidesierto, y mi corazón un poco se puso a tono con la grisura del cielo. Mil cosas me preguntaba todo el tiempo en mi mente alborotada, tratando de encontrar sentido a esta manera mía de vivir,  en esta necesidad que tengo de gritar que vale la pena tocarnos como humanos, que vale la pena beber vida, en como hablar de nuestros tormentos, porque quiero hablar de esta ansiedad, del caos y defectos del alma humana, porque no me salen las palabras de noche frente al papel, porque dejar de creer, elucubrando...  hasta el mediodía, donde las nubes cayeron como pétalos acariciándome la cabeza, y Beethoven se me apareció con una sonrisa.