tarde de flores muertas


Pase la tarde con ella.
Tenía bonitas piernas que no dejaba de sobarse mostrándome sus morados.
De voz alterada, con la mirada perdida en su propio relato, no abandonaba lo que pasaba por su mente ni un segundo, como tormenta le dejaba los ojos opacos, llenos de preguntas, llenos de reproches y con ganas de llorar ocasionalmente. 
Se siente vieja, no tiene sino un año más que yo.  - Estás en tu mejor momento- ,  le dije, pero no deja de estar desperdiciándose viendo las últimas flores hiladas entre sus cabellos marchitarse.
Presa de una cultura, otra mujer que se deja morir. Cuantas espinas!.. Más las que se restrega cada día que las que le pudieron encajar, más dolor del cual se alimenta segundo a segundo que de lo que la pudieron dañar, y lo justifica.
Ha dado el corazón sin darlo, ha prometido ya no darlo más. No hay un a quien amar ni en veinte años, simplemente ha apagado la luz en soledad. Me case limpia, me dice…  mientras se fuma otro cigarro y sonríe de vez en vez, con esa mirada apagada mientras escucho su reproche en su campo llenito de flores muertas.



Comentarios

eduardourbiolaituarte ha dicho que…
woooow
que te puedo decir sino solo esta admiracion de ver como un campo fertil se convierte en un erial
que cosa
que espectaculo tan mas aterrador!!!

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