del chico de las mariposas



Pasaba el tiempo buscando musas dentro y fuera, entre hojas de libros, entre muecas y entrevistas, pero algo pasaba en estos jardines que parecían muy verdes, muy llenos de flores y perfume y que tenían los lápices tan afilados  que podían dar una estocada de esgrima, pero el papel seguía en blanco.  

Quién me diera inspiración de fuego que os transporte al cielo más brillante de la imaginación;

Así sentado quedo grabado el chico de las mariposas, sobre un banquillo alto de taller, hilando entre palabras dejando el tiempo correr, con el compromiso en la mano, la inútil seducción de la huida y la ropa colgada en el perchero. Algo le notaba de raro mientras conversaba, algo parecía revolotear cada que decía una palabra, como si su voz fueran las notas que hacen que el martillo hunda las palancas que puntean las cuerdas haciendo vibratos que a su vez sueltan a los pequeños insectos que iluminan gradualmente la habitación toda, amarillos por cierto…  Más tarde entendí entre sueños que no hizo esa mañana más que cantar su  Voi che sapete  diciéndome a mí misma: Ah claro! Las mariposas!... como en el cuento de Meme. 

Comentarios

eduardourbiolaituarte ha dicho que…
ya no se que te puse
pero si en verdad la vida te lleva de normal a explorar otras tierras que de normal no creías que las visitarías

bueno pues a seguir llenandonos de tus mariposas

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