Todo parecía que este iba a ser un buen día como todos, no es queja en absoluto, todos los días tenemos contacto con la gente, desde el indiferente e inentedido hasta las miradas curiosas que se acercan a ver lo que hacemos y generalmente nos aprecian y aplauden nuestro trabajo, lo cual el solo tiempo que se permiten con nosotros se les agradece infinitamente. Pero he de decir, que son muy pocas las veces que podemos ver y tocar un espíritu tan sediento y enamorado del oficio y de lo que a través de él uno expresa. Esa imágen radiante y esos ojos llorosos empapados de emoción me hicieron el día. Entonces todo lo que uno hace todos los días toma sentido, pues para eso estamos aqui. No solo pudimos tocar el espíritu de alguíen, sino que al reconocerlo ella pintó nuestro día muy especial.

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