de una particular visión de la ceramica en México

Regresamos de Tlaquepaque hace ya unos días, por segunda ocasión visitando y participando en el Premio Nacional de Cerámica. Contentos de ver una importante cantidad de piezas participantes, de muy buena factura en general, consternados ante los resultados generales, principalmente en escultura y cerámica contemporánea. Aun a conciencia de que la valoración del jurado generalmente es completamente subjetiva en este tipo de concursos, mi sentido común y estetico, entendiendose este último como el ordenamiento logico y racional correspondiente al objeto, y no como un gusto o disgusto personal, me hizo valorar piezas muy completas (llamo pieza completa a aquella que reune las cualidades de buena manufactura, discurso, creatividad y expresividad lo cual considero sustancial en una obra artística), que finalmente no fueron seleccionadas, en contrapeso a otras que sí lo fueron y no tenían siquiera  un orden, estaban técnicamente mal logradas, o no cumplían las reglas de la convocatoria.  No intento reprochar tontamente al juicio de valor del jurado, pero me encantaría conocer sus motivaciones en la toma de desición del jucio final, por lo que valdría la pena analizar como parte de la organización la conveniencia de solicitarle al jurado en ediciones posteriores una carta de las razones o motivaciones en su valoración al otorgamiento de los premios, y quiza hacerla de dominio público, evidentemente no para satisfacer mi personal inquietud, sino para elevar la competitividad y por ende el nivel del certamen a largo plazo.  Aconsejo al patronato y su dirección a tener sumo cuidado en el manejo  de las piezas y el respeto a la  presentacion que los autores definieron en cada una de sus piezas, me apeno mucho ver que hay fallos graves al respecto como piezas en el piso o empalmadas unas sobre otras de autores diferentes. Aun siendo un certamen nacional enfocado en la producción nacional, creo que en una sociedad abierta e incluyente tendría que abrírsele la puerta a participar a los artesanos, artistas y diseñadores extranjeros radicados legalmente en México desde ya tiempo o naturalizados y que tambien forman parte de esta sociedad mexicana y de su quehacer en la cerámica.  

Cabe destacar lo plausible que me parece este tipo de esfuerzos, no solo por los premios y lo que estos representan como estímulo para el productor cerámico, sino ademas por el foro en el que se convierte, sobre todo en un país en donde estos no abundan y realmente los necesitamos. Reconozco y valoro enormemente tambien la importancia de haber logrado conjuntar los esfuerzos de los gobiernos federal, estatal y municipal sobretodo en acciones tan nobles como el apoyo al arte y artesanía, creo que eso nos hace mucha falta como sociedad. 

Invito a diseñadores, artistas plasticos y escultores y por supuesto artesanos mexicanos a participar, es una manera en que juntos podemos impulsar el fomento y crecimiento de la producción cerámica y con el tiempo ampliar su panorama y proyectarlo a nivel internacional, hay mucho talento.