discurrir del medio día a manera de pincho

Me he estado embarcando en la nueva encomienda de la interpretación de personajes reales, actividad en donde he sido yo la primera seducida en estar haciendo unidades con otros, observando cómo están hechos, de donde vienen, quienes son, tal vez en esta necesidad de entregarme, de darme a los demás, a mi manera...

No pretendo ofrecer lo que no se puede alcanzar, la imagen que se desea ver frente al espejo y que se sabe de antemano que no se puede lograr, no soy tan  buena mentirosa, ni tan buena técnica... más bien soy entrometida, y ando hurgando aquí y allá buscando en la mirada, en los ojos que son la conexión entre la mente y la realidad,  a ese alguien  para representar y poder verle ahí en el papel, no por otra cosa que por entrenamiento y unas terribles ganas de enamorarme una y otra vez, de ti, de mi, de todos nosotros..  una válvula de escape, un tiempo fuera?... tal vez es  más bien la curiosidad y el reto de entrar por este camino que no conozco de bien a bien, y de creer  en lo que hago,  con la sensación algunas veces de tener todo en contra para hacerlo pero aferrada al fin como es habitual, pues  además con el paso del tiempo no sé hacer más que intentar escanear el alma de las personas, en este un – dos – tres a manera de ensayo del pas de quatre que me tiene aquí, borrando y re haciendo líneas y manchas, una y otra vez, con la incertidumbre del cómo lograré terminar la representación en el papel y como será visto por primera vez.