APUNTE DE LAS RELACIONES HUMANAS III. DE LA TRANSPARENCIA.



Es muy bien sabido que el pensamiento femenino y el masculino tienen muchas diferencias, desde el punto de vista físico sus cerebros funcionan de manera distinta y por ende se complementan, sin embargo si esto es cierto, ¿cómo es que ese complementarse es como una escalada a la montaña mas alta del mundo?. 

El origen en las diferencias entre un sexo y otro que llevan a la incompatibilidad es cultural, por tradición el diseño del rol que debe cubrir un hombre es completamente contrario al femenino y asimilado por ambos desde la infancia, en nuestro marco de referencia y así aprendemos a relacionarnos. Hemos aprendido, vivimos y nos regimos por un esquema social que ha sido mas o menos eficiente como orden social pero va en contra de la propia naturaleza humana, esta lleno de vicios.
En este esquema social contemporáneo, con roles bien establecidos, con creencias y valores definidos, con estereotipos, con reglas creadas hace siglos que nos hacen pensar como pensamos y sentir como sentimos, con construcciones de pensamientos que creemos propios y únicos, y que funcionaron en otras sociedades de otros tiempos puesto que cubrían búsquedas y necesidades del momento, parece que chocan dramáticamente con las nuevas necesidades que hoy vivimos como individuos, y por ende como sociedades.

Aun esta sociedad moderna, habituada a la tecnología y acceso a la información, acostumbrada a la defensa de derechos, con mayor diversidad de estilos de vida, habituada a obtener bienes y servicios asequibles,  esta encandilada viviéndose como hombres y mujeres que se sienten libres o independientes, que no están sometidos a ninguna autoridad, que necesitan encajar sin roces en la maquina social. Sin embargo, me parece que hoy en día vivimos un enorme problema estructural, un desface en el comportamiento y las relaciones entre personas, un desface muy fuerte de búsquedas y necesidades entre hombres y mujeres, una falla en el diseño del esquema estructural de programación conductual.
Un desface entre los nuevos valores fruto de luchas y búsquedas de sociedades anteriores perfiladas a la necesidad de apertura, de disfrute, de desarrollo, de libertades, igualdad e inclusión social, de plenitud y los valores conservadores antiguos y obsoletos de roles establecidos que prevalecen y continúan siendo nuestra estructura en el comportamiento humano.

La mujer, por ejemplo, mientras exige igualdad y defiende su individualidad hace marchas y clama justicia, lo cual es plausible, sigue cediendo su individualidad a su pareja, cede su seguridad, le entrega a él el derecho de aprobación y basado en su aprobación es como ellas se otorgan valor, se auto posicionan en un segundo lugar como propiedad de ellos, buscan el príncipe azul que las va a salvar, solventará sus necesidades económicas, las tratara como únicas y especiales y tomará sus responsabilidades como propias, será su resolvedor de vida, dueño de su ser. Esta actitud femenina aun es defendida y promovida mayormente por las mismas mujeres a sus hijas, y al tiempo que vivimos esto defenestamos a los hombres como responsables del sometimiento en una exagerada posición de vulnerabilidad. 
El hombre por su parte puede aprovecharse o no de esta situación, pero en su esquema él se convierte en el suplente de la figura paterna de la mujer, él se apropia también de ella creyendo que le pertenece, se considera incapaz de externar sus emociones y reacciona con su agresividad cada vez que se siente inseguro. La posesividad es aplaudida por la sociedad misma y se ve como un valor, se mal entiende como amor. 

Creo que el problema es que en muchísimos casos el individuo no es siquiera consciente de lo que le esta pasando, esta tan emborrachado con las nuevas herramientas que no ve que no ha dejado de ser parte de una programación, que necesita deconstruirse para entender quien realmente es. El individuo (hombre o mujer) cree que esta viviendo lo que quiere, piensa y siente, y no es capaz siquiera de medir sus costos. Así vemos como miles de individuos se desintegran y desesperadamente subsisten en la aceptación de una vida gris y monótona que no les exija abrirse, intimar, entenderse y solo transcurra en la obtención de beneficios para adquirir bienes de consumo que sacien superficialmente sus estados existenciales que compensen sus insatisfacciones. 

Estoy convencida de que si realmente queremos vivirnos de otra manera, a nivel personal, profesional, social, político, etc. tendríamos que re organizar nuestro esquema de pensamiento, de creencias, la estructura de valores recalibrándolo, es decir, dándole un nuevo enfoque a la estructura anterior, que no todo lo que contiene es negativo, sino buscar que elementos de ese esquema con el actual puedan conjugarse en una nueva dinámica coductual que nos ayude a tener mayor concordancia con lo que somos y el como lo convertimos en actos que confirmen lo que creemos y sentimos y promuevan un verdadero valor en nosotros mismos y reafirmen quienes somos. 

Creo que un elemento que coadyuva en la construcción de una dinámica mas sana y nos lleva a tener mejores relaciones humanas, personales, sociales, es la transparencia. Sí, ser claro como el agua, no hemos aprendido a ser transparentes, a decidir ver que es lo que hay y con que se cuenta, a no taparnos los ojos de la realidad y abrir nuestras cartas, primero con nosotros mismos, de no engañarnos diciéndonos que no queremos lo que con nuestras acciones promovemos, o que si queremos lo que con nuestras acciones evitamos. Este es un valor que podemos ejercitar, vernos a nosotros mismos y decirnos la verdad. Dejar de disfrazarnos para quedar bien o para ser aceptados, para obtener afecto, para que no nos abandonen, para que el otro reaccione a como uno desea y haga lo que nuestra voluntad quiere. Es necesario soltar los disfraces que cada rol ha aprendido a usar para sobrevivir, dejar de torearnos pues. Si nos desvestimos en nuestras relaciones mas intimas, como en las relaciones de pareja, tendremos mayores posibilidades de construir relaciones solidas que promuevan el desarrollo y la libertad de cada individuo, y cada uno, hombre o mujer se sentirá mas completo y podrán entonces complementarse.

Comentarios

Entradas populares